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Palabras de Nicolás Hernández Guillén en el acto inaugural del XIII Coloquio y Festival Nicolás Guillén

7 de julio de 2022

Queridas amigas y amigos.

Más de cuatro años han transcurrido desde nuestro último encuentro. El inicio de la pandemia del SARS COV 2 nos obligó a cancelar la edición de nuestro Coloquio Festival correspondiente al año 2020. Desde entonces la humanidad toda y en particular los cubanos hemos vivido tiempos muy difíciles. Más de ocho mil quinientos cubanos han fallecido y no fue mucho peor para nosotros gracias a la labor de nuestros científicos, que desarrollaron vacunas efectivas y nuevos medicamentos en muy breve tiempo. Ambos logros, el empeño de la dirección del país en preservar por encima de todo, a cualquier costo, la salud de la población y la participación decisiva de esa misma población, hicieron posible el desarrollo de campañas de vacunación excepcionales y protocolos de tratamiento a los enfermos, que frenaron los contagios y pararon en seco los fallecimientos debido a la enfermedad. Ningún agradecimiento será suficiente para los protagonistas de esa hazaña.

Debido a la Covid 19 o por otras causas, la cultura cubana ha experimentado pérdidas muy sensibles en este tiempo. Para la Fundación Nicolás Guillén, algunas de esas pérdidas han sido muy cercanas: en abril de 2020 falleció el poeta y ensayista César López, miembro de honor de nuestra institución, siempre generoso con sus profundos conocimientos de la cultura cubana, que fuera muchas veces guía y mentor de nuestra acción. En noviembre de 2021 falleció Pablo Armando Fernández, poeta y novelista, igualmente miembro de honor de la Fundación. El Príncipe, que así gustaba de saludar con cariño a sus afectos, nunca dudó para acompañar con sus justificados prestigio y reconocimiento, los emprendimientos de la Fundación. Y el pasado abril, víctima probablemente de la intensidad con que vivió, falleció José Luis Cortés, El Tosco. Más que excepcional y talentosísimo músico, nos colmó con su delicada, fina e inquebrantable amistad, desde que éramos una institución apenas conocida y también nos honró aceptando la condición de miembro de honor de la Fundación Nicolás Guillén. Para ellos, nuestro recuerdo emocionado.

El Coloquio Festival, que inauguramos en este acto es el evento central de la conmemoración del aniversario 120 del natalicio de Guillén. No por casualidad, este aniversario coincide con aniversarios significativos de la publicación de dos de sus poemarios; publicar, era también celebrar. Me refiero claro está a La Rueda Dentada y a El Diario que a Diario, que arriban a su cincuentenario. Se trata de dos poemarios, con los que Guillén sorprendió al público lector y a la crítica. El Coloquio abre espacios a la lectura y la crítica contemporáneas de esos textos.

Desde la publicación en 1934 de West Indies Ltd., resultó evidente que Las Antillas, ese conjunto singular de naciones que pueblan el Mar Caribe, eran un asunto que concitaba el interés y animaba el pensamiento y el quehacer intelectual de Nicolás Guillén. Y de manera especial Haití. Este año celebramos también el octogésimo aniversario de su visita a Haití. No fue Guillén el único entre nuestros grandes intelectuales y artistas, que comprendió la enorme importancia que para la historia y la cultura de nuestra región tenía el empobrecido y menospreciado Haití. Carlos Enríquez lo había visitado en 1925 y volvió allá a exponer en 1946, cuando ya gozaba de gran reconocimiento. Alejo Carpentier estuvo allí en 1943 y en 1949 publicaría la extraordinaria novela El reino de este mundo. Conocer, apreciar, enaltecer la historia y la cultura de Haití, es una suerte de mandato que nos viene de estas figuras cimeras de la cultura cubana.

El desconocimiento de las contribuciones esenciales de los esclavos traídos de Africa y sus descendientes, a la conformación de la cultura cubana, el racismo, la existencia de prejuicios y profundas desigualdades vinculadas al color de la piel, en Cuba y en otros países del mundo fueron temas de honda presencia en la obra literaria y en la obra de la vida de Nicolás Guillén. Su lúcida comprensión de estos problemas quedó plasmada en poemas imprescindibles y en muchos de sus textos de aguda y bella prosa. Debe entonces resultar comprensible que la persistencia y reproducción en nuestro país de prejuicios y desigualdades vinculadas al color de la piel, fuesen temas ineludibles para la Fundación. Afortunadamente desde los años 90, destacados científicos sociales, diversas organizaciones sociales, la UNEAC entre las primeras, algunos centros de investigación, han abordado el problema, llamémosle racial, en un proceso que de manera ininterrumpida desde entonces, suma nuevos actores. De ese quehacer intelectual hay frutos notables, cómo también los hay del quehacer social. Y ha habido también desde hace años, un diálogo fructífero de varios de esos actores con las más altas autoridades del Partido y el Gobierno. Todo ello ha contribuido a la aprobación en noviembre de 2019 del Programa Nacional de Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, que cuenta desde junio de 2021 con una Política Pública, para el logro de sus objetivos.

Algunas contribuciones significativas desde la Academia y acciones sociales exitosas relacionadas con este tema serán presentadas en nuestro Coloquio.

Teníamos desde hace mucho una deuda con la ciudad de Camaguey: nunca habíamos celebrado aquí, este, nuestro evento principal. El aniversario 120 del natalicio de Nicolás Guillén, nos pareció una buena ocasión para saldarla y de paso propiciar la reanimación de nuestra filial en la provincia. Estamos inaugurando la XIII edición del Coloquio Festival Nicolás Guillén, gracias al enorme esfuerzo realizado por una más que reanimada filial, que se ha multiplicado en la entrega al trabajo, en aunar voluntades a todo lo largo y ancho de la provincia y que ha contado con la confianza y el apoyo de las autoridades políticas, del gobierno y de muchos de los intelectuales y artistas que hacen de esta provincia una fortaleza cultural de la nación. Han sido muchos los que han contribuido, gracias, a todos agradecemos el logro de estar aquí reunidos y los excelentes programas académico y artístico que se nos proponen.

Debo expresar un agradecimiento especial por el apoyo incondicional recibido a la Oficina del Historiador de la Ciudad, que hoy nos acoge en este bello y magnífico espacio, a la Dirección Provincial de Cultura y al Centro provincial del Libro de Camaguey, por idénticas razones.

 Gracias también a todos los que respondieron a nuestra convocatoria, cubanos y extranjeros, que nos acompañan hoy y aun a aquellos por disímiles circunstancias no pudieron materializar su deseo, como es el caso del profesor Keith Ellis, a quien problemas familiares de salud le imposibilitaron estar aquí.

Desde hace más de dos años concebimos el propósito de conmemorar a la altura de sus extraordinarios méritos el aniversario 120 del natalicio de Nicolás Guillén. Todos en la Fundación nos hemos esforzado por lograrlo.

Para la inmensa mayoría de los aquí presentes, son bien conocidas las enormes dificultades y carencias, que caracterizan hoy la vida cotidiana en nuestro país. La gran importancia que la Revolución concede a la cultura y el compromiso desde un inicio con ese propósito, de las autoridades todas y muy especialmente la voluntad del Partido y el Gobierno de Camaguey en mantener vivo el recuerdo y el legado magnífico de Nicolás Guillén lo han hecho posible.

Queridos amigos, aquí estamos, para escuchar al sol hablar de bosques con las verdes semillas, para que florezca plantada la vieja lanza, para escuchar el trino que anuncia la mañana, para ver su nombre hecho de interminables nombres, para compartir todos en medio de la noche, la esperanza. Larga vida a Nicolás Guillén.